El principal problema para permitir la accesibilidad a esta sucursal radica en su carácter de edificio histórico protegido, por lo que no se pueden modificar los elementos de la fachada, ni algunos internos, lo que impide la construcción de una rampa. La solución aportada por la empresa adjudicataria pasa por la construcción de un elevador panorámico, no cerrado del todo, que acceda a todas las plantas.
Este elevador se situará en la entrada de la calle Los Moros, en la que están colocados los cajetines de los apartados de correos, que está a nivel del suelo. El hueco de la ventana central se ampliará con las de al lado, por lo que imita a las dimensiones ya existentes y respeta las proporciones, de forma que no se altera la fachada protegida. Para realizar esta obra ya se ha consultado y conseguido el visto bueno de los técnicos del ayuntamiento.
Durante los aproximadamente cuatro meses que duren las obras, que tienen un presupuesto de unos 332.000 euros, no se verá alterado el funcionamiento de la oficina. El único problema estará en la colocación de los cajetines de los apartados, que serán redistribuidos pero se mantendrán en el mismo espacio.
Este tipo de obras se intentan hacer en todas los edificios que tienen problemas de accesibilidad, aseguran en Correos, aunque no siempre pueden dar respuesta a todos de la manera más breve posible. Hasta ahora, las personas con movilidad reducida accedían al edificio por un ascensor al que se llegaba por la entrada lateral, una zona de carga y descarga que no ofrece la suficiente seguridad y que conduce a las oficinas, no a los mostradores de atención, según criticaban las personas discapacitadas.
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