El faro de Ribadesella Ribadesella encendió su faro en 1861, y desde entonces cambió varias veces su tecnología, pasando por el aceite, la parafina, el petróleo, y finalmente la electricidad en 1930.
Aunque la torre tiene sólo 8 metros, su plano focal se encuentra a 115, y su alcance es de 24 millas.
Está en la cima del monte Somos, pero su entorno está completamente descuidado; es muy difícil conseguir una buena foto del faro, y lo que es todavía más extraño, no hay, o al menos no lo encontré, ningún mirador sobre la espléndida ría de Ribadesella.
Ribadesella Me metí por varios caminos forestales que invariablemente terminaban en fincas cerradas con alambre de espino, y después de pisar varias boñigas, saltar 2 vallas y caminar entre vacas que pastaban indolentemente vigilándome con mirada vacuna, que no es lo mismo que vacua, conseguí divisar el mar, las rompientes y la entrada al puerto de Ribadesella.
Ribadesella ha tenido un enorme desarrollo urbanístico en los últimos años, y sus playas y paseo marítimo están muy cuidados, aunque para mí ha perdido parte del encanto que tenían los pueblos pesqueros asturianos, donde hace 20 años veías descargar el pescado, cómo lo traían al restaurante y en menos de media hora estabas tomando una buena caldereta de pescado o un atún del Cantábrico.
De Ribadesella hay que destacar el descenso Internacional del Sella, la multitudinaria bajada del río en piragua que se hace en Agosto, con la gente siguiéndolo en tren o carretera abajo. Es Fiesta de Interés Turístico Internacional.
También es un lugar plagado de huellas de dinosaurios.
Panorámica Olympus del faro y pueblo de Llanes.
Aunque la torre tiene sólo 8 metros, su plano focal se encuentra a 115, y su alcance es de 24 millas.
Está en la cima del monte Somos, pero su entorno está completamente descuidado; es muy difícil conseguir una buena foto del faro, y lo que es todavía más extraño, no hay, o al menos no lo encontré, ningún mirador sobre la espléndida ría de Ribadesella.
Ribadesella Me metí por varios caminos forestales que invariablemente terminaban en fincas cerradas con alambre de espino, y después de pisar varias boñigas, saltar 2 vallas y caminar entre vacas que pastaban indolentemente vigilándome con mirada vacuna, que no es lo mismo que vacua, conseguí divisar el mar, las rompientes y la entrada al puerto de Ribadesella.
Ribadesella ha tenido un enorme desarrollo urbanístico en los últimos años, y sus playas y paseo marítimo están muy cuidados, aunque para mí ha perdido parte del encanto que tenían los pueblos pesqueros asturianos, donde hace 20 años veías descargar el pescado, cómo lo traían al restaurante y en menos de media hora estabas tomando una buena caldereta de pescado o un atún del Cantábrico.
De Ribadesella hay que destacar el descenso Internacional del Sella, la multitudinaria bajada del río en piragua que se hace en Agosto, con la gente siguiéndolo en tren o carretera abajo. Es Fiesta de Interés Turístico Internacional.
También es un lugar plagado de huellas de dinosaurios.
Panorámica Olympus del faro y pueblo de Llanes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario