viernes, 18 de enero de 2008

EL BOSQUE DE PELOÑO


El Bosque de Peloño es uno de los espacios forestales más emblemáticos de Asturias. Constituye un espectáculo cromático único en el otoño por su frondosa masa boscosa de especies autóctonas.
Sus límites representan prácticamente la cuenca de recepción del arroyo de la Canalina, cuya altitud máxima corresponde a Peña Pileñes (2.012 m) y la mínima (900 m) al desfiladero que precede a la confluencia del arroyo citado con el río Mojizo. El suelo se caracteriza por la superposición de dos unidades litológicas, una masiva y resistente de cuarcitas y calizas de montaña y otra constituida por materiales tipo pizarra. Su combinación da paso a estructuras cabalgantes que se repiten en todo el sector, y como en el resto de la Cordillera, se observan huellas del modelado glaciar en sus circos y pequeñas morrenas. En su corta extensión, cada rincón guarda una sorpresa, como la Majada de Arcenorio, con su ermita de Nuestra Señora o la impresionante Peña Ten
El monte Peloño se encuentra situado en la zona suroriental de Asturias, ya en las cercanías de la provincia de León. Sus límites se incluyen plenamente en el concejo de Ponga.
La Reserva Natural tiene un total de 1.507 hectáreas de las que 1.455 pertenecen a los pueblos de San Juan, Casielles, San Ignacio y Viego, mientras que las 42 hectáreas restantes son enclavadosLa superficie ocupada por los bosques se aproxima mucho al total de la estimada para la Reserva. Las masas boscosas aparecen, no obstante, entremezcladas con áreas de pequeña extensión, deforestadas y dedicadas a prados y pastos o cubiertas por distintos tipos de matorrales. El bosque caducifolio es el elemento más representativo del paisaje de Peloño. La cobertura del haya reduce la luz en el sotobosque, con lo que impone una severa competencia para otras especies, como los pequeños núcleos de robledal. En la alta montaña se desarrollan los matorrales de enebro rastrero, con gayuba en las peñas calcáreas y con brecina y arándano en los sustratos silíceos.Se encuentran representados en este espacio todos los elementos que configuran la riqueza faunística de la montaña centro-oriental. Está constatada la presencia del oso en Peloño y alrededores, donde la población oriental de la Cordillera Cantábrica establece el límite de su área de distribución por el oeste. Se encuentran aquí importantes poblaciones de rebecos así como abundancia de lobos. La existencia de masas arbóreas relativamente extensas propicia la presencia del urogallo, que cuenta con núcleos especialmente interesantes en el monte Peloño. El resto de las aves, así como los reptiles y anfibios, cuentan con un elevado número de especies, favorecidos por la conservación de sus hábitats.

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